(escrito enero 2009)
Una sonrisa que viene a seducir la mirada...un arranque de serpiente que tarda su clavada...en el baúl de los siempres que embarcas en madrugadas...
suave delirio escondido en una mano apretada está la penumbra del miedo
que te deja desolada...en la espera del silencio que no derrite tu calma...
que opera en las angustias marineras encuclilladas...en las sorpresas del quiero verme en tus ojos reflejada...
La prisa que tengo no acaba con la llamada...empieza con la ternura de verme en tus brazos amada...en un día convertible de rojo ángel embelezada...la cobardía de arrojarse en el abismo sin causa...para verte y sorprenderte con mis anuncios de brama...con la locura extinguida cuando pienso en el mañana...cuando creo reconocerte en mis pechos la alborada...la premicia de tu beso que me trae una dulce rabia...porque eres un instrumento del destino que no acaba...de la dulzura de ser siempre un momento para tu aura...que necesita reflejarse en mi piel esta mañana...y ser sol resplandeciente para sentirte gobernada de tus hombros las esferas de las luchas consteladas...el insipiente retorno de no saber nada...para depender de tu humor y vivir solo enclavada...en la nostalgia del yo que disipa esta jugada...en palabras multicolores se expandirá mi alma...para decirte que estoy viva en la cruz de la esperanza.
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