sábado, 2 de agosto de 2014

Vida gatuna.


Una mujer que lleva en su piel la delantera,
es la que tiene en su ser la gatuna compañera...
una gata que seduce, que acaricia y que desea...
la respiración entrecortada cuando espero que te devuelvas.

Porque huir de todo lo que la cama nos conlleva,
el deseo irrefrenable de poseerte en agosto mi vida entera...
está mi mano cruzada en el espejo que te rodea,
la vida hecha jirones cuando descubro que me dejas.

La sostenida batalla para descubrir quien te observa,
si es la noche y sus ojos, o si es el cielo que te contempla...

El pelo se enmaraña cuando recuerdo como me besas...
en minutos entrecortados mi alma simplemente vuela.

Los deseos son los latidos que de la vida me dan cuenta...
porque soy una mujer convertida en gatita en celo, que te desea.

Mojada hierba mía...


La esperanza transmitida en las aguas de mis venas,
recorren la barcaza de mis sueños sin fronteras...

Si quererte o no quererte ha sido una quimera,
 inventada en el ahogo de una tarde en primavera...

Las hojas desvanecen la pasada noche nuestra...
Los árboles contemplan el amor de la vida entera.

El astral se me aparece en imágenes que dan vueltas
 cuando camino a casa sobre la mojada hierba.

Mis pies acondicionan la incertidumbre que me rodea,
 si el camino es el correcto o es perdida en lamento.

Yo quise tanto lo querido, lo deseado y sostenido,
que se escapó de mis manos, la familia que no he tenido.

Quizás en otra parte, en otra era, con otro amante...
quizás mi calle sostiene una soledad de quien es culpable.

Mi estirpe tiene una huella que manifiesta su naturaleza,
y yo soy quien rebota y paga en carne con su tristeza.

Pero la lavaza termina en golpe con la condena,
sere libre un día y se acabarán todos estas penas.

viernes, 4 de julio de 2014

El aguacero candente que atrofia tu mirada
es el espasmo consciente en mi retina enamorada.

Si te quiero y no te quiero en mi noche desesperada,
la lumbre me trastorna la glucosa  ilusionada.

Si respiro en visuales recuerdos de mi almohada
en cuerpos esculturales que dan vida a mi noche helada.

Sube en espirales en mi columna trastocada
un fuerte impulso al deseo de amarte en la madrugada.

La pasión que da al cántaro que seduce mis aclamadas
son las letras que recorren mi pecho abierto desmesurada.

Siempre abrigo el tiempo que recorre mis ansias dharmas,
que se entregan en flores innertes que sepultan las almas blancas.