sábado, 30 de junio de 2012

Templanza

Lo que pasa en el entretiempo de las rutinas vividas
en el alma se condensa la esperanza fija
lo que sucede en el entretecho de las emociones idas
van forjando lo que quiero y no quiero en esta vida...

Tu nombre y tu huella hecha en despedida
me resbala en la mancuerna que queda suspendida
al tenerte y perderte como hombre en demasía
los recuerdos van al viento de girones en desdichas...

El minuto que contiene la dulzura extendida
queda en el experimento que sustenta mi alegría
porque vivir en el cemento aquieta la revolución conocida...

Ya nada pertenece a las ensoñaciones queridas
porque la simpleza se convierte en el motor de vida
y comprendes que un segundo vale más que nada
en un minutero tienes la bendita esperanza
de vivir y provocar una acción en tu huida.

Más vale comprender que es lo importante para ti
ser fiel y honesto con lo que quieras vivir.

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