Una dulce criatura que de noche acompaña los sueños transparentes
que se albergan en mi almohada...que de luces cristalinas congelan la llamada de la aura naciente en una fidedigna madrugada...
El romanticismo a prueba de las noches ya calladas...sin el hombre de mis sueños que se alojan en bajada de un suspiro contenido sostenido aquí en mi alma.
Si de tratos y maltratos se sorprende una jugada, las palabras no bastan al clamor de tu mirada...ser un puente a tu destino, ser un ángel en retirada, ser un instante tan solo que profundiza una altibaja...
El vestido compartido no es tallaje a mi camada de sentimientos bellos que renacen en una cama...ser tan libre es un acierto y un infortunio dispuesto a sorprender al viento y al señor de los lamentos.
Ni idea de lo que pase, ni espejismos ni celaje, es un momento nuestro conocer un nuevo pelaje, un aroma y un abecedario que de letras esta en sumario, es la oportuna nostagia de vivir en ciencia amada.
El cadiz de un salvaje, el motor de algún brevaje, un encuentro clandestino que no mide ningún ropaje...que sustenta el alboroto, que resume un mil antojo, que te hace prisionera de la luna bien rellena.
Ani yo te digo: libera a un muerto vivo, seduce a la cintura de emociones en abreviatura, son minutos tan valiosos que de retenerlos estas ocioso y solo deja que te pase lo que el destino te repare.
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