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Entre las manos tienes la luz de la esperanza
la fuerza de tenerte entre los brazos cauta
en una madrugada de alfombras pelirrojas
las hembras tienen claro el rol de la memoria...
Gastarse de repente y suavemente irse
sin darte cuenta tienes el tiempo en declive
como una gota puede tan frágil expandirse
caer en la distancia y luego zambullirte...
Se aquieta la duda incierta
que sube a tu cabeza
que calla la locura que enciende tu belleza...
Ese calor que ahoga a la nutria predilecta,
la sensación de ser hada que hechiza tu llamada
en sueños requeridos y sueños que refrescan
con la armonía absorta de ser cual agua en la hierba...
Seducir entonces los sentimientos bellos
la dulzura y la cordura de acariciar tu beso,
un encuentro clandestino en todo su moderno
es el placer culpable de nunca conocernos...
Una cita equivocada que revierte su pompello
es un paso hasta tus ojos que ya no son de Romeo
ni yo de tu Julieta que amarías en el tiempo...
Romántica mirada del deseo en el cuerpo
un encuentro que prospera y te deja sin aliento.
Si tan sólo existiera el antídoto perfecto
para calmar la duda y resolver el secreto,
antiguo y misterioso de enamorarte en verso...
Un hombre y una mujer destinados a perderlo
por la porfía absurda de equivocar su puerto
y embarcar la llave del monte de los fuegos
entre las manos tienes la magia de saberlo
con los pies gastados de tanto detenerlo
el instante viene y se apodera de tu aliento,
te deja sin el aire y empieza tu tormento...
Respira hondo y claro, para solo detenerla
aquella angustia leve de ser una condena
entonces goza a concho toda tu realeza
de humanidad presente y de tiempo en espera...
Entre tus manos tienes el verso predilecto
la decisión honesta de vivir lo que es correcto
sin penas ni letanías que evaden lo verdadero
que es ser fiel a tu dicha y claro sentimiento.
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