Desnuda frente a ti en mis paños menores,
ofreciéndote el fuego de mis sinsabores.
La aguda quieta magia de agitar tu visión dormida,
acrecentar en la duda si he sido poseída,
en lenguas que afilaban las horas de las dichas,
de entregarnos en los labios la saliva vómitiva.
Mis manos se retienen por acariciar las tuyas,
por sentirme complaciente en tu piel de aceituna.
La frágil cuerda que une a los ojos de los amantes,
se descuelga de las nubes para jugar a pillarse,
en un tambor que retumba corazón constante,
bombea la sutileza en sangre que quiere amarse.
Seducción en palabras mudas, en aires y desaires,
en cuerpos que se encienden y nunca vuelven a apagarse...
En una fortuna presente volvemos a encontrarnos.
Jugarreta del destino, o una oportunidad salvaje,
de unir por fin los hilos de los encuentros culpables,
del vino fujitivo o del ron sentenciable,
no hay puerta que no se cruce ni cerrojo que no se abre...
Frente a ti mil dudas, frente a ti paciencia alguna,
quisiera poseerte sin medir que queda en tu traje...
Se que estás dolido, que llevas a cuestas el vinagre,
que la tortura queda en el rincón de tu equipaje...
¿Qué puedo hacer entonces? ...sólo mostrarme vulnerable...
mostrar mis paños menores sin sacar la ropa en el aire...
debajo de mi capa esta mi pasión salvaje,
que inspira por ti la cuenta de ser agua para tu cause.
Por ti me queda un suspiro que no puedo negarte
esperar que te resuelvas a ser varón de mi cama de piel de ángel.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario