lunes, 5 de noviembre de 2007

ALCANZARTE


Alcanzar el firmamento al filo de lo que siento,
en un instante breve me consume hasta el aliento
de palabras hostigadas y palabras en desmedro,
de la voluntad tan férrea de aniquilar el tiempo;
matado entre serpientes que devoran el silencio
con su cascabeleo hambriento derrumban el lamento,
de tener o no tener la luz entre los cuerpos
alimentado de sueños en conciencia y en despierto,
en un momento de la vida en que te descubres tan cierto...

Esperanzado de nada y con el motor del fuego
que calienta la quimera de besar un suelo yermo
que contenga y que retenga la flora del sentimiento
que se apodera del norte que llevó aquí en el pecho
cruzado y espinado cuando descubro que me muero,
si tu mirada abandonará la fortuna de tenerlo
entre la carne ausente y la presencia de tu cuerpo
que abandera la cama que se vive en tanto silencio...

La paciencia de esperar a que se duerma lo que siento,
que cambie de rumbo fijo y encayé en otro puerto,
el deseo incontenible de vivir de vapor el momento
y beberme hasta el concho la sed que ahora profeso.
El desierto esta callado y callado mi lamento
aunque las gotas lleven la bendita agua de tu cielo
volveré a sentir que muero cuando digo que te quiero...

La pasión incontenible que me mueve hasta los sesos
al escribir con fuerza y con sangre el sufrimiento
de ortigas y de espinas, de flores y de huertos
que abundan en las mentes de quien quiera tenerlo.
La llama alucinada del corazón despierto
que vive y que recrea para festejar un muerto
que hace más de 20 años me dío el beso de amor eterno
y dejó en mi la huella de quien no puedo quererlo
la belleza de sentirlo a solas en el pecho
la ilusión primera de la música del momento
campanitas y estrellitas de colores en ascenso
que esperan la llegada de la vida y de su tiempo...

La vida es hermosura y espesura de cuatro vientos
que te llevan y te devoran si no quieres poseerlo,
la voluntad y la lucha de vivir en secreto
conteniendo entre tu alma la fe de retenerlo;
un instante milagroso en que descubres su misterio
del amor como creación de mil mundos en el pecho.








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