En mis manos tengo la flor de maravilla
la esperanza bien dormida
y la fe puesta en la silla
de todos los amantes
enamorados y distantes
que la vida va poniendo
en el camino abismante...
Solo vamos en una fuga
que abandona la locura
para redimir las penas
que superan la tortura
de perder o contener
en el vacío las dudas
que nacen y subyacen
en la incertidumbre madura...
Esperar que amanezca
en un futuro cercano
el amor que conquista
la alegría de alcanzarlo
en primavera o invierno
florecer en el ocaso
la emoción de pertenecer
a otro cuerpo amado
y respirar en libertad
la ternura de abrazarlo
para ser por fin la fiel
compañera de sus años
y sentirte de miel y piel
poseedora de su encanto...
Cuando has amado una vez
con la fuerza de tus años
es imposible olvidar
el aroma de su manto
sus brazos anhelados
en los tuyos sin dudarlo
para protegerte del sol
de sus rayos malvados
que irradian el calor
de la expresión de su santo
verso de amor en flor
que en mis manos va quedando
como prueba al dolor
de conducirte frustrado
por la sombra de tu ayer
y de tantas horas congelado...
Respirar y dormir
para siempre en su legado
como musa de sus sueños
y bendita en su angelado
corazón de trovador
y de ángel alucinado,
para decifrar la dulzura
y para darle un buen remanzo
a la vida de tus pies
que por andar se han cansado
de recorrer a mil
la ruta de los esperanzados
para encontrar el buen amor
que la vida te va destinando...
Aprendizaje forzoso descubrir
que eras tu mismo el amado
el espejo del misterio
que hoy por hoy has dejado
en absoluta sinceridad
y valentía de tu mano
para brindar por la conciencia
que Dios te ha entregado
en este mundo de girasoles
que crecen libres por montones
en caminos olvidados
en la ruta de los enamorados...
Ventaja de vivir
en la alegría de amarlo
para siempre yo tendré
en mi mano su mano
la flor premiada de día
en la belleza de su regazo.
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