miércoles, 22 de octubre de 2008

HILOS COQUETOS DEL SINO

Un príncipe puede ser exquisítamente cruel
un monumento a la belleza y seducción
una ausencia constante y un tormento total
cuando ves que se mira al espejo más que tú
Eso ya lo viví....tuve al príncipe mendigo frente a mí
¿y que pasó?...viví la ilusión sin una gota de arrepentiemiento
porque fuimos honestos...salvajemente cuerdos
vivimos del amor su néctar, su dulzura y su pureza
sin miedo al deleite mútuo sintiendonos dueños del fin del mundo...
anesteciados del amor que fluye en una hoguera de sentimientos
prestamos fuego al día y luz a la noche
fuimos una dulce compañía incluso una quimera vivida sin agonía...
todos sabemos que tal sueño tiene su precio...la vida es así
y hoy, después de tanto tiempo solo puedo decir que ya lo he pagado...
que no creo en los príncipes sino en los seres humanos,
en la elección natural de la química que no se equivoca
y nos va atrapando para conectarnos y acercarnos
sin bajar la mirada clara que en este mundo todo se programa
los hilos coquetos del destino que dan tregua y dan calma
que ovaciona a la multitud sagrada de ángeles imperfectos
que descubre en la mirada de tu fuego una chispa de esperanza...
de la alegría de sentir que vives una intensa llama
que perfora tu estómago de marañas
de sueños equivocados y rotos como tu alma
que necesita zurcir las telas de la ventaja
de amar y ser amada de fluir en ti misma para volver
a sentirte enamorada de la vida, de ti misma y de tu llamada.




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